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Creas o no en la astrología, tu signo del zodiaco puede cambiar oficialmente a partir del próximo miércoles 30 de noviembre. En una decisión sin precedentes, la Asociación Española de Astrología (AEAs) ha decidido adaptar el calendario de cada signo zodiacal a la posición real de las diferentes constelaciones en el cielo. Esto significa que yo, nacido el 6 de Marzo, ya no voy a ser Piscis, sino Acuario!!

Bueno, en realidad lo que significa es que yo nunca he sido Piscis, pues el calendario que hemos venido usando hasta ahora era un apaño chusquero que no se adaptaba para nada a lo que sucedía en el cielo. No, no hay sólo 12 signos. Y no, tampoco están donde se nos había dicho.

La decisión, que se dará a conocer oficialmente en los próximos días, se ha tomado pocos meses después de que la NASA publicara un artículo divulgativo explicando la inconsistencia del horóscopo clásico. Dicho artículo levantó un importante revuelo entre los principales astrólogos de todo el mundo y, parece, ha precipitado lo inevitable.

“Ha llegado la hora de actualizar el zodiaco para adaptarlo a la realidad científica del movimiento de los astros”, ha explicado a Gaia Ciencia un responsable de comunicación de la AEAs. “Sólo así podremos seguir ejerciendo nuestra profesión con credibilidad y rigor”.

Aunque tendremos que esperar a que se oficialice el nuevo calendario, los recientes cálculos de la NASA serán probablemente los usados para determinar las fechas de cada signo. De ser así, a partir del miércoles 30 de noviembre, el horóscopo quedará de la siguiente forma:

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TABLA 1: Calendario del nuevo horóscopo y del clásico (fuente: NASA).

Como podéis ver, los cambios son sustanciales. ¡En realidad se estima que más del 75% de las personas hemos nacido bajo un signo que no es el que el calendario clásico nos hizo creer! Esto llevó a muchos astrólogos a oponerse al nuevo calendario, pues consideraban que un cambio tan importante podría ser difícil de asimilar por mucha gente. “Sabemos que será un gran shock para muchos”, reconocen desde VIRGO-SA, un importante gabinete astrológico de Barcelona. “Pero se ha aprobado por la mayoría y tocará acatar la nueva normativa”.

Dicha normativa deberá ser aplicada a partir del próximo jueves a las 00:00 horas por periódicos y cualquier otro medio que difunda predicciones basadas en el horóscopo en España, a excepción de Ceuta y Melilla. Además, parece que antes de que acabe el año 2016 se van a aprobar calendarios similares en muchos países de Latinoamérica, así como en Portugal, Holanda, Italia y Nueva Zelanda, como mínimo.

Por si tú eres una de esas personas que se ha quedado en shock al descubrir que tu horóscopo está a punto de cambiar, voy a intentar explicar el porqué de la gran diferencia entre el calendario clásico y el real. A ver si los datos objetivos te ayudan a digerir la sorpresa.

Mirando al Cielo

Primero nos conviene diferenciar entre astronomía y astrología, dos disciplinas que a menudo se confunden.

La astronomía es una ciencia que estudia los cuerpos celestes y el universo. Se basa en mediciones y actualiza sus creencias (que en ciencia llamamos teorías) cada vez que los datos experimentales demuestran que algo no encaja.

La astrología usa la posición de los cuerpos celestes para explicar aspectos de la personalidad de las personas y para predecir el futuro. No es una ciencia (ni tiene porqué serlo), ya que se basa en creencias inamovibles, pues nunca son contrastadas con datos objetivos.

Y lo que ha pasado es que la astronomía y la astrología llevan muchísimo tiempo diciendo cosas distintas.

¿Qué cosas?

Vayamos por partes.

Si miramos la tabla anterior y comparamos el Nuevo Calendario con el Antiguo Calendario, veremos que hay dos diferencias fundamentales.

Primero, que mientras hasta ahora hemos tenido doce signos zodiacales, resulta que en realidad hay trece. Tenemos un nuevo invitado a la fiesta llamado Ofiuco, el cazador de serpientes. De hecho, la adopción oficial del nuevo modelo el próximo 30 de noviembre no es casual, pues es el primer día de Ofiuco. “Es un merecido homenaje a un signo zodiacal injustamente ninguneado”, aseguran desde la AEAs.

La segunda diferencia es que los signos no tiene porque durar todos más o menos un mes, cómo creíamos hasta ahora. Mirando el calendario vemos que en realidad Virgo dura 44 días mientras que Escorpio sólo una semana!

Para entender estas diferencias, imaginemos el cielo como una enorme esfera en la que podemos dibujar las constelaciones con precisión sobre ella. Ahora preguntémonos qué constelación se esconde detrás del Sol justo hoy, 26 de noviembre del 2016. ¿Por qué es eso importante? Pues porque la constelación que está justo detrás del Sol marca el signo del zodíaco en el que estamos en cada momento. ¡Así de sencillo!

La figura 1 muestra una imagen del cielo de hoy en Barcelona al mediodía. En ella se ve claramente que el Sol está sobre la constelación del Escorpión. Por eso estos días el nuevo calendario zodiacal indica que estamos en Escorpio (lo siento por todos aquellos que nacieron alrededor de estas fechas y creían ser Sagitario).

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FIGURA 1: Constelaciones en el cielo de Barcelona, a las 12:47 h del 26 de noviembre del 2016.

Lo que sucede es que a medida que pasan los días y la Tierra se mueve por su órbita, la constelación que se esconde detrás del Sol cambia. Por eso tenemos diferentes signos zodiacales a lo largo del año, porqué el fondo de estrellas se va desplazando lentamente respecto al Sol.

La figura 2 muestra lo mismo que antes (el cielo en Barcelona), pero ahora he incluido una representación de las constelaciones. y una línea rosada nueva, la eclíptica, que marca la trayectoria del Sol respecto al fondo de estrellas al pasar los días. Además, veréis que hay 3 soles, con su posición en 3 fechas diferentes.

Fijaros que, efectivamente, hoy 26 de noviembre el Sol se encuentra entre a las pinzas del Escorpión. Pero con los días se irá desplazando hacia las constelaciones de su izquierda, siguiendo la línea de la eclíptica. Así, el 15 de diciembre, dentro de 19 días, el Sol estará sobre la pierna derecha de Ofiuco! Y el próximo 1 de enero (¡feliz año nuevo!) al lado de la cabeza de Sagitario.

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FIGURA 2: Evolución de la posición relativa de las constelaciones del zodiaco y el Sol.

Y aquí viene lo más increíble: Si miramos la tabla de más arriba, veremos que el nuevo calendario zodiacal indica que el 26 de noviembre es Escorpio, que el 15 de diciembre será Ofiuco y que el día de año nuevo Sagitario.

¡Vaya, pues funciona!

Pues sí. Es lo que tiene mirar el cielo en vez de la última página de los periódicos…

Para sintetizar toda esta información tenemos la figura 3, que muestra la Tierra, el Sol y las constelaciones presentes en la línea de la eclíptica. El círculo discontinuo es una simplificación de la órbita de la Tierra alrededor del Sol, y la flecha indica la constelación que veríamos en el cielo, marcando el signo zodiacal en cada momento.

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FIGURA 3: Órbita de la Tierra alrededor del Sol, con el zodiaco actualizado.

Lo último que nos queda por aclarar es la razón por la qué, a partir de ahora, los signos ya no durarán un mes cada uno. ¡Fácil! Lo que sucede es que cada constelación tiene un tamaño y una forma diferente. Además, el Sol cruza algunas de ellas por el centro, mientras que otras sólo por un extremo. En las imágenes del cielo de la figura 2, se ve claramente cómo la línea de la eclíptica se extiende más sobre Sagitario (que dura 33 días) que sobre Ofiuco (que dura sólo 18).

Pero, si era tan fácil hacer que todo encajara, ¿por qué narices hemos estado siglos usando un modelo erróneo?

Hace 2.000 años…

Desde las primeras civilizaciones los hombres han mirado hacia el cielo con asombro y respeto. Era algo mágico, cargado de superstición. No es de extrañar, por tanto, que a menudo se haya intentado buscar ahí un reflejo de lo que sucede en la Tierra.

Hacia el 700 a.c. nació en Babilonia el concepto de zodiaco como “constelaciones del camino de la Luna”. Sin embargo, los 12 signos, tal como los hemos estado tratando hasta ahora, se empezaron a usar a partir del 400 a.c. De eso hace 2.000 años, y si por aquel entonces no incluyeron a Ofiuco no fue porque le tuvieran manía. Resulta que en esos tiempos las constelaciones no estaban en la misma posición que ahora y el Sol no pasaba sobre Ofiuco en ningún momento del año. Por lo tanto, los Babilonios sí tenían sólo doce signos del zodíaco en el cielo!

Pero esto cambió con el tiempo…

Ya hemos visto que la posición de las estrellas en el cielo cambia al pasar las semanas. Sin embargo, lo que vemos hoy y lo que veremos justo en un año parece ser idéntico. Esto es así porqué, en realidad, las estrellas lejanas parecen estar quietas respecto a nosotros, así que siempre que la Tierra se encuentra en el mismo punto de su órbita tendrá las mismas constelaciones en el cielo.

Pero fijaros que he dicho que las estrellas “parecen estar quietas respecto a nosotros”. Lo parece, pero en realidad sí se mueven, muy lentamente. Eso hace que al pasar los años, la forma y las posiciones relativas de las diferentes constelaciones se vayan modificando.

Por esto, hace 2.000 años era correcto usar las doce constelaciones clásicas, pero ya hace siglos que no. Y en el futuro, la posición de las estrellas respecto a nosotros seguirá cambiando, por lo que en varios siglos Escorpio desaparecerá y deberemos incluir a Orion!

¿Y lo de que todos los signos del zodiaco duraran un mes? Pues eso sí se lo sacó alguien de la manga hace mucho tiempo. Se dividió el año en el número de signos, de manera que cada uno ocupara más o menos lo mismo, unos 30 días. Práctico, ¿no? Sí, pero falso.

Con todo esto, espero que esté más o menos claro porqué teníamos lo que teníamos, porqué no era cierto y de que manera podía ser corregido. Está claro que en Gaia Ciencia nunca hemos estado interesados en el horóscopo, pero aplaudimos que al fin la astrología haya hecho un esfuerzo por acercarse, aunque sea un poco, a la astronomía.

¿Y tú? ¿Te parece que tiene sentido todo esto? ¿Crees que debía cambiarse, dejarse igual o simplemente te importa un pepino?

Una “pequeña” confesión

Bueno, ahora que hemos llegado juntos hasta este punto, me toca hacer una confesión. ¡No todo lo que he contado arriba es cierto!

En realidad casi todo lo es, sólo he inventado un pequeño detalle…

Es totalmente cierto que el horóscopo clásico no refleja para nada lo que sucede en el cielo. Es una aproximación de hace 2.000 años, simplificada y desactualizada. Todo lo que he contado sobre fechas, posiciones y calendarios es preciso y totalmente contrastable.

Sin embargo, la realidad es que los astrólogos en España (ni en ningún otro lugar del mundo) no tienen ninguna intención de actualizar el calendario que venimos usando desde los tiempos de la antigua Babilonia. Eso sí me lo he inventado.

¿Por qué?

Pues porque me parece interesante fantasear sobre qué sucedería si realmente lo hicieran. ¿Como se sentiría alguien muy identificado con su horóscopo si descubriera que no es lo que creía? ¿Se aferraría a la supuesta influencia de unos astros que nunca estuvieron ahí? ¿O se daría cuenta de que también encaja en las características del nuevo signo y olvidaría al viejo como a un juguete roto?

A mi, personalmente,  el horóscopo nunca me ha dicho nada. Me encanta mirar el cielo con fascinación y curiosidad, pero no he necesitado buscar ahí respuestas trascendentales sobre mí mismo. Me basta con la extraña irrealidad de un eclipse, la magia de una lluvia de meteoros o la aventura de una sonda de exploración acercándose a Marte.

Sin embargo, respeto a todos aquellos que sí encuentran un sentido en su horóscopo. Opino que cada uno puede creer en lo que mejor le funcione, y no me identifico para nada con esos fanáticos de la ciencia que quieren imponer lo que la gente debe creer y critican a todo el que se desvía de la rectitud del método científico.

Eso sí, creo que a nadie le viene mal saber un poco más sobre las bases de sus creencias. El conocimiento nos hace más libres, ¿no?

También me interesaba ver qué pasaba con el artículo. En la era de la inmediatez y el consumo de información a través de las redes sociales, hay que aprender a distinguir una noticia cierta de una falsa. Y muchas veces es más fácil de lo que parece. Basta con esperar unos segundos a dar el “Like” o a compartir o a insultar a alguien. Con esos segundos uno puede hacer una búsqueda rápida en Google y comprobar la veracidad de la información.

En este caso, no existe ninguna Asociación Española de Astrología (AEAs) ni VIRGO-SA. Tampoco menciono los nombres de las personas a las que cito (porque no existen). Estos datos son fáciles de contrastar y pueden ayudar a que nos hagamos una idea de si una noticia es cierta o no.

Así que ya sabéis, creed en lo que queráis, pero no olvidéis que el cielo es espectacular por sí mismo, que uno es dueño de lo que le pasa en la vida y que no todo lo que leemos por ahí es cierto al 100%. En realidad, nada es 100% cierto, pero eso es tema para otro artículo!

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