Gaia Ciencia - Home

¡EXTRA EXTRA!  ¡Noticia científica de última hora!

La considerada por muchos como la noticia científica más importante del 2014 se desmorona. El equipo de astrónomos que, en Marzo del año pasado, logró aportar evidencias de la existencia de las ondas gravitacionales ha negado ahora dicha afirmación.

La noticia ha salido a la luz después de que nuevos datos, suministrados esta semana por el observatorio espacial europeo Planck, hayan demostrado que el supuesto hallazgo puede ser un error debido al ruido que genera en las medidas el polvo galáctico presente en la Vía Láctea.

Leer el artículo en la revista científica NATURE: leer aquí.

El supuesto descubrimiento de las ondas gravitacionales fue realizado el pasado año gracias al radio telescopio BICEP2, situado en el Polo Sur. Los datos aportados por el radiotelescopio mostraron un patrón ondulado en la polarización de la radiación de fondo de microondas, un eco de la gran explosión que originó nuestro universo.

Para entender esto podemos imaginarnos el espacio-tiempo, el tejido que conforma nuestro universo, como una inmensa patata frita (en realidad el universo tiene cuatro dimensiones y la patata frita sólo dos, pero eso nos permitirá visualizarlo más fácilmente).

Einstein había predicho, en su teoría general de la relatividad, que la geometría de espacio-tiempo (la forma de la patata) debía verse afectada por la presencia y por el movimiento de las masas, de manera que movimientos periódicos y muy rápidos de masas muy grandes deberían crear oscilaciones en dicha geometría. Lo que significa que, según la teoría general de la relatividad general, nuestra patata frita en realidad es una de esas con forma ondulada, y que dicha ondulación es una prueba de la existencia de las ondas gravitacionales.

patatas-01
               Ondulación del espacio-tiempo debido al movimiento periódico de grandes masas.

Pues bien, los datos recogidos por el radio telescopio BICEP2 el año pasado mostraron una oscilación en el espacio-tiempo, y el equipo encargado de la investigación lo atribuyó a las ondas gravitacionales generadas durante la gran inflación posterior al Big Bang. Inmediatamente la noticia saltó a los medios de comunicación: ¡Por fin se han detectado rastros de las esquivas ondas gravitacionales! ¡La teoría de la gran inflación queda demostrada! Amén.

Polvo Galáctico

Sin embargo al poco tiempo varios astrónomos avisaron de que las conclusiones del famoso estudio podían ser erróneas. El polvo galáctico presente en toda la Vía Láctea también emite luz polarizada que puede tener el mismo patrón ondulado que el detectado. De manera que el equipo de investigación podía haber detectado simplemente el ruido producido por el polvo, en vez de las ansiadas ondas gravitacionales.

Y esto es lo que el análisis de los datos enviados por el observatorio espacial Plank ha confirmado ahora: la luz proveniente del polvo galáctico y los datos del telescopio BICEP2 coinciden significativamente, por lo que los resultados no pueden ser tomados por válidos.

Cuando detectamos la señal en nuestros datos, confiamos en los modelos sobre la emisión del polvo galáctico que había en ese momento,” comentó ayer en la conferencia de prensa John Kovac, el principal investigador del BICEP2 (Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics in Cambridge, Massachusetts). “Esos datos parecían indicar que en la región del cielo elegida para nuestras observaciones había menos luz polarizada proveniente del polvo que la detectada por nosotros.

El consuelo es que ese mismo método podrá ser usado en el futuro para detectar las ondas gravitacionales. Para ello se deberán tomar, primero, medidas en muchas frecuencias que permitan caracterizar el ruido asociado al polvo galáctico. Una vez se conozca la distribución de dicho ruido con precisión, se podrá substraer su señal de las medidas para obtener, por fin, los datos debidos a las ondas gravitacionales.

Planck_view_of_BICEP2_field
Datos del observatorio espacial Plank, con la región donde el telescopio BICEP2 detectó las ondulaciones indicada en linea discontinua. Fuente: ESA/Planck Collab.

Tags: ,


Comentarios

Shares