El Etna entró en erupción el pasado jueves 3 de diciembre, llenando el cielo de la costa este de Sicilia (Italia) de fuego y cenizas. El volcán, uno de los más activos del mundo, había permanecido relativamente tranquilo desde finales del 2013 pero empezó a dar señales de alta actividad en las últimas semanas.
La erupción ocurrió entre las 2:20 y las 3:10 horas de la madrugada y convirtió el cráter del volcán en una fuente de lava de un kilometro de altura, aunque por momentos llegó a medir tres kilómetros. La ceniza cubrió los pueblos circundantes de Linguaglossa, Francavilla di Sicilia, Milazzo, Messina y Reggio Calabria, y obligó a cerrar un aeropuerto.
Según el Istituto Nazionale di Geofisica e Vulcanologia italiano la erupción fue corta pero una de las más violentas del Etna en las últimas dos décadas.
El fotógrafo siciliano Marco Restivo consiguió capturar el primer estallido del volcán, mostrando la espectacularidad y belleza del violento fenómeno. En el siguiente vídeo podéis ver las mejores imágenes que Restivo captó:
Aparte de por su belleza, las imágenes son interesantes porque muestran la aparición de rayos en la columna de ceniza del volcán. A este extraño fenómeno se le ha llamado dirty thunderstorm (tormenta sucia) y su origen aún no está del todo claro.
Un reciente estudia publicado en la revista Science propone que las cargas eléctricas responsables de los rayos se generarían cuando fragmentos de roca y partículas de hielo colisionan en el interior de la columna de ceniza produciendo carga estática.
“A medida que la columna se mueve en la dirección del viento, parece que tenga vida propia y produce unos 300 relámpagos” explica Martin Allan Uman, co-director del programa de Investigación en Relámpagos de la Universidad de Florida. “Las implicaciones de esto son que se ha producido más carga eléctrica de la que había al principio. Si no, [la columna] no podría continuar produciendo rayos”
Este tipo de rayos también han sido vistos en recientes erupciones como la del volcán chileno Calbuco (abril del 2015) o el volcán islandés Eyjafjallajökull (marzo del 2010). Así que ya sabéis, la naturaleza sigue regalándonos impresionantes espectáculos llenos de furia, belleza y misterio. Sólo hace falta estar atentos a sus señales y decidir si correr a refugiarnos o salir, a lo loco y cámara en mano, a su encuentro.
- Rayos en la nube de ceniza durante la erupción del volcán Etna (3 de diciembre del 2015). Fuente: Marco Restivo/Demotix/Corbis