Hoy el desastre del ‘Prestige’ ha quedado impune. Era difícil imaginar algo distinto, no hay justicia cuando el poder está en entredicho…
Sin embargo quiero acordarme del impresionante movimiento ciudadano que se originó a raíz de esa desgracia, de los miles de voluntarios que acudieron de todas partes a limpiar las playas de la Costa da Morte, del grito Nunca Mais.
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