¿Dejarías que te transplantaran el corazón de un cerdo si te fuera la vida en ello?
Pues bien, científicos del National Institutes of Health (NIH) en Maryland, EEUU, se han propuesto que esto sea possible. Para ello han pasado más de diez años estudiando la manera de mantener corazones de cerdo latiendo en el interior del abdomen de monos babuinos. La idea detrás de este tipo de experimentos, que podrían fácilmente ser tildados de macabros a primera vista, es que en un futuro se puedan desarrollar órganos provenientes del cerdo y compatibles con el ser humano.
Mas de diez personas mueren cada día en Europa esperando un transplante, según la Organización Nacional de Trasplantes (ONT). Un numero difícil de reducir si sólo se cuenta con donaciones, debido a las incompatibilidades y a esperas prolongadas. El problema radica en que el tiempo de espera depende en gran medida del órgano que el paciente requiera. “En España, un corazón tarda 2 o 3 meses, un hígado 4 o 5 meses, un pulmón 6 meses y un riñón 15 meses”, dice Rafael Matesanz, fundador y director de la ONT. “Son tiempos medios bajos en comparación con otros países”, añade. Sin embargo no son suficientes. Muchos pacientes mueren en esa cuenta atrás, porque no hay órganos para los 5.571 enfermos en lista de espera.
Por eso la noticia de que los investigadores en el NIH han logrado mantener funcionando por casi tres años un corazón de cerdo en el abdomen de un babuino (que seguía teniendo su propio corazón) es esperanzadora para muchos. ¡Casi tres años! Todo un record en el campo de los xenotrasplantes: el trasplante de células, tejidos u órganos de una especie a otra. “Mucha gente pensaba que éste era simplemente un experimento salvaje que no tenía implicaciones”, explica Muhammad Mohiuddin, cirujano cardíaco experto en transplantes y líder del estudio. “Creo que ahora todos estamos aprendiendo que [los xenotrasplantes en humanos] pueden suceder realmente.”
Normalmente cuando se transplanta un órgano de un animal de una especia a otra el sistema inmunológico del receptor reacciona de manera muy violenta. “Solíamos medir el tiempo de supervivencia en minutos”, explica David Sachs, inmunólogo de la Harvard Medical School de Boston con mucha experiencia en el campo de los xenotrasplantes. De momento lo que se ha logrado es que los beduinos no rechazen el órgano extraño gracias a considerables dosis de inmunosupresores.
Los cerdos son, por ahora, los mejores candidatos para generar tejidos que puedan ser aceptados por el cuerpo humano. Hace años se descubrió que un carbohidrato llamado 1,3-galactosyltransferase en la superficie de los vasos sanguíneos de los tejidos de los cerdos provocaba una reacción de los anticuerpos humanos creando peligrosos coágulos sanguíneos. Así, en 2001 se lograron crear cerdos modificados genéticamente de manera que no tuvieran dicho carbohidrato. Al probarse transplantes se comprobó que los órganos de estos nuevos cerdos eran mejor aceptados por los cuerpos de babuinos y otros primates.
Sin embargo, sigue necesitándose inmunodepresores que protejan al órgano extraño a costa de debilitar enormemente el sistema inmunológico del cuerpo receptor, por lo que es muy fácil que aparezcan infecciones mortales. Por eso, el equipo de Mohiuddin está trabajando para encontrar nuevos tratamientos que protejan al transplante sin volver tan vulnerable al paciente.
Y no es lo único que les queda por lograr antes de que se empiecen a hacer tests en seres humanos. Antes, los investigadores tendrán que demostrar que se pueden realizar transplantes reales en nuevos babuinos, sustituyendo su corazón original por el del cerdo. Un avance espectacular que puede, en el futuro, llegar a salvar muchas vidas.
A mi me parece increíble pensar que algún día los xenotrasplantes pueden llegar a formar parte de nuestro día a día. La idea me fascina y, a la vez, me genera un rechazo muy visceral. ¿Y a ti? ¿Te parece ético hacer este tipo de experimentos con otros animales para nuestro futuro beneficio? ¿Cómo crees que te sentirías con el órgano de un cerdo en tu interior?
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