Podrá parecer tendencioso que sea yo quien haga esta afirmación, pero igual la voy a hacer: Los físicos solemos ser bichos raros, personas que aunamos la pasión por la ciencia con una rara curiosidad hacia casi todo lo demás. Sí, somos freaks, ¡pero de los buenos!
¿Y qué pasaría si metiéramos a uno de esos freaks en una batidora (una gigante y sin cuchillas, se entiende), y le añadiéramos un intelecto sobresaliente, varias dosis de humanismo y mucha alegría por la vida?
¡Pues que obtendríamos a un genio, muy muy parecido a Richard Feynman!
Richard Feynman (Estados Unidos, 1918 – Estados Unidos, 1988) es considerado uno de los físicos más importantes del siglo XX. Su trabajo en electrodinámica cuántica le valió el Premio Nobel de Física en 1965, compartido con Julian Schwinger y Sin-Ichiro Tomonaga. Pero lo que le hizo excepcional no fue sólo su faceta como investigador, sino su pasión por experimentar todo.
¿Cuántos científicos de los que trabajaron en Los Álamos se dedicaron a descubrir la forma de abrir todas las cajas fuertes del edificio por puro placer?
¿Cuántos salían a tocar el tambor al bosque mientras entonaban cánticos extraños?
¿Cuántos físicos se unieron a una escuela de samba y desfilaron en los Carnavales de Río?
¿Cuantos pasaron innumerables horas en un tanque de flotación hasta tener experiencias extracorpóreas?
¿Está usted de broma, Sr. Feynman?
Publicado en 1985, este libro recoge un gran número de historias autobiográficas que Feynman relató a su amigo y compañero Ralph Leighton y que fueron después recopiladas por Edward Hutchins a partir de conversaciones grabadas.
Que nadie espere un tratado sobre la física ni nada parecido. El texto está más centrado en la vida de Feynman que en su trabajo, lo que hace que sea una lectura fascinante, llena de buen humor y anécdotas que rozan el surrealismo. Parece imposible reír a carcajada limpia al leer la autobiografía de un científico, pero con la biografía de Feynman sucede.
Para mi este libro habla del placer de aprender y disfrutar con todo lo nuevo que va apareciendo ante nosotros. El ritmo de vida en el que a menudo nos vemos inmersos hace que vayamos silenciando nuestra curiosidad, posponiendo y posponiendo sueños y proyectos, hasta olvidarlos completamente. La monotonía suele teñirlo todo de un gris plomizo, sin estridencias. Así, cuando intuyo que ese polvo grisáceo se está depositando lentamente sobre mi día a día, me acuerdo del ejemplo de Richard Feynman y salgo a la calle con los ojos bien abiertos, dispuesto a encarar la vida con una sonrisa.
DATOS
Título: ¿Está usted de broma, Sr. Feynman?
Título Original: Surely You’re Joking, Mr. Feynman!
Publicado: 1985
Editorial: Alianza
Autor: Richard Phillips Feynman
Recomendado para: Aquellos que quieran descubrir lo interesante que pudo llegar a ser la vida de uno de los físicos más influyentes del s. XX